a) Tomar conciencia, tanto personal como comu-nitariamente, de la responsabilidad que cada una tenemos ante la celebración de este acontecimiento significativo y de vital relevancia para toda la Congregación.
b) Dialogar estas paginas en comunidad y ayudarnos a valorar con espíritu y sentido de pertenencia el estado y realidad actual de nuestra Congregación.
c) Elaborar propuestas concretas que enriquezcan, animen y dinamicen el trabajo del Capítulo.
Les animo a vivir en profunda comunión esta nueva etapa a causa de la prórroga, que obedece al contexto de Pandemia que ha condicionado nuestros tiempos y ahora nos da la oportunidad de vivir un segundo momento de participación. Ojalá todas os involucréis desde el compromiso participativo asumiendo los diversos sucesos con paz interior, confianza y esperanza.
Recordémonos que continuamos en tiempos de pandemia, de incertidumbre, nos preocupa y nos duele la frágil salud de la tierra y la vulnerabilidad de la gran familia humana a la que pertenecemos. Desde cada una de las comunidades estemos atentas a escuchar y sentir el paso de Dios que habla en la realidad, en las miradas, en el silencio, en las llamadas de auxilio.
Nuestra humanidad vive una noche larga y prolongada. Oremos junto a María por un amanecer de esperanza y más saludable. Que Ella, la Madre de Jesús y Madre nuestra, nos ayude a sumergimos cada vez más en el misterio de Cristo, hermano y Señor, a fin de que, con ÉL a nuestro lado no caminemos en tinieblas, sino que tengamos la luz de la vida. Confío que María nuestra Madre nos acompañará.
Nuestro querido Padre Fundador cada día se hace presente en medio nuestro con la vigencia de sus palabras: “Quien sabe con el tiempo que es lo que sucederá”
No hay comentarios:
Publicar un comentario