Deseamos a todas una feliz fiesta del Inmaculado Corazón de María, que celebraremos este año, en un marco de Pandemia más controlada, pero no menos amenazante y que ha agudizado las situaciones de pobreza y miseria que se cierne en todo el mundo. En esta fiesta de nuestra identidad como hijas del Inmaculado Corazón de María acerquémonos a nuestra Santa Madre y cultivemos la ternura de su corazón.
Nos hemos enfrentado a la pandemia y de un modo u otro hemos acompañado a todas las hermanas que la han padecido y aun vivimos el duelo de las que han partido. Hemos vivido momentos fuertes, de impotencia dolorosa, de una prolongada “noche oscura”. No obstante, donde no ha llegado el abrazo, ha llegado el corazón y la fraternidad se ha ensanchado.
Hemos sentido y acogido la intensidad de la Palabra de nuestro P. Fundador: “Confío que Dios y la Virgen las protegerá”. Esa es nuestra invocación y bendición permanente para todas. Convencidas que ser hijas del Inmaculado Corazón de María pasa necesariamente por la disposición interior de un corazón abierto y dispuesto a amar a los demás y leer los acontecimientos de aflicción en el rostro de los más desvalidos, desde el Corazón compasivo y comprometido de Jesús.
Nuestro Fundador, como apóstol de María tuvo una gran intuición al poner nuestra obra bajo la protección espiritual y materna de la Virgen, confiando a Ella el trabajo en la extensión del Reino. Celebremos agradecidas esa convicción que nuestro Fundador llevaba grabada en lo más hondo de su ser. La filiación cordimariana que comunica al Instituto viene a formar parte del espíritu del mismo y es uno de los elementos constitutivos de este, nuestro carisma, gocémonos en esta inmensa gracia.
Con María la discípula, la del corazón lleno de gracia, continuemos la andadura de ir compartiendo la alegría y la bienaventuranza del Evangelio, de poner en práctica las obras de misericordia, de expresar nuestra cordialidad en el encuentro con cada persona y en el cuidado y protección de unas con otras, en diversidad de dones y fragilidades.
Con nuestra oración y recuerdo, deseamos para todas una feliz fiesta del Corazón de María.
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