OBJETIVO GENERAL
Continuar caminando en actitud agradecida, valorando nuestra riqueza histórica y carismática como fuente de fortalecimiento en el hoy de nuestras comunidades.
VIDA
DE ORACIÓN:
Porque donde dos o tres están
reunidos en mi nombre allí estoy Yo en medio de ellos. (Mt 18-20)
En nuestra vida consagrada el fundamento de nuestra oración está en
Jesucristo y el fruto de ella ha de ser vivir la comunión con nosotras mismas,
con la Comunidad y con las diversas realidades de este mundo.
ESTRATEGIAS
1. Incorporar
con cierta frecuencia la lectura orante de la Palabra y a la luz de ella compartir la vida y los
acontecimientos.
2. Vivir los tiempos
de oración como espacios de profundidad espiritual.
3. Profundizar
y reflexionar en Comunidad el Capítulo VII de nuestras Constituciones para llevarlo a la práctica.
VIDA
FRATERNA
“Este pueblo me honra
con los labios; pero su corazón está lejos de mí”. (Mt 15,8)
Trabajar en el cambio profundo del corazón, que nos haga superar la
mentalidad individualista y pasar a la comunitaria, potenciando el espíritu de
pertenencia a la Congregación. (C 28,1 a)
ESTRATEGIAS
1.
Fomentar
entre nosotras la escucha, el respeto, los detalles, la educación, la atención
a las hermanas, para ayudarnos a crecer en humanidad y procurar entre todas
calidad de vida integral.
2.
Dialogar
comunitariamente sobre la respon-sabilidad de cada una en la creación de la
Comunidad.
3.
Fortalecer
la vida de comunidad priorizando momentos de encuentro y respetando la
programación comunitaria e intercomunitaria.
4.
Profundizar
en Comunidad el Capítulo VI de nuestras Constituciones, Comunidad de Vida, para
llevarlo a la práctica.
VIDA APOSTÓLICA
Jesús subió a la montaña
llamó a sus discípulas, las llamó a las que Él quiso, para estar con Él y
enviarlas a la misión. (Mc 3,13)
Vivir el auténtico
sentido de la Vida Consagrada, arraigadas en Jesucristo como mujeres seducidas
por Dios y apasionadas por el proyecto del Reino.
ESTRATEGIAS
1.
Agradecer la cercanía y el amor de
Dios siendo testimonio de alegría y esperanza.
2.
Valorar los talentos que hemos
recibido, reconocerlos en las hermanas y poner nuestros talentos al servicio de
la Comunidad.
3.
Orientar nuestro apostolado hacia la
expansión del Reino, en la medida de nuestras posibi-lidades.
4.
Profundizar el Capítulo VIII de nuestras
Constituciones para llevarlo a
la práctica
FORMACIÓN
CONTINUADA
Amarás al Señor tu Dios,
con todo tu corazón, con toda tu alma , con toda tu fuerza y con toda tu mente
y al prójimo como a ti misma. (LC 10, 27)
Que nuestra formación esté enraizada en los valores del Evangelio, para crecer
como persona, para vivir la fraternidad y comprometernos con el prójimo.
ESTRATEGIAS
1.
Valorar y
reconocer a la comunidad como el primer lugar
de formación y crecimiento humano.
2.
Agradecer
al Señor el don de la vida.
3.
Aprovechar
los medios que tenemos a nuestro alcance: Retiros, liturgia, encuentros,
lecturas, conferencias, acontecimientos, e informarnos de la realidad de forma
objetiva.
4.
Actualizar
nuestros conocimientos y métodos para ejercer con eficacia nuestra misión.
Profundizar en la Documentos de la Iglesia y
de la CongregacióN.
ADMINISTRACIÓN
EVANGÉLICA DE BIENES
Todos los creyentes tenían
un solo corazón y una sola alma, nadie consideraba como suyo lo que poseía,
sino que todo lo tenían en común.
(Hch 4, 32) )
Considerar la estructura del Gobierno Único como una posibilidad de vivir
el espíritu de las primeras comunidades.
ESTRATEGIAS
1.
Administrar
los bienes conforme a las exigencias de la comunión fraterna y de la justicia
social.
2.
Cuidar y
administrar los bienes que nos propor-ciona la Madre Tierra.
3.
Elaborar
los presupuestos para vivirlos con coherencia y presentar el ejercicio del
estado de cuentas y arqueo con puntualidad.
4.
Respetar
el patrimonio común en función de la Comunicación cristiana de bienes y la solidari-dad.
5.
Agradecer
al Señor la vida comunitaria y todo lo que somos y tenemos.
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