Celebrar la Pascua nos recuerda como siempre que recorremos el mismo camino que Jesús, quien se entregó a la muerte y se elevó victorioso por su Resurrección.

“No nos repleguemos en nosotras mismas, no dejemos que las pequeñas contrariedades nos asfixien, no quedemos prisioneras de nuestros problemas. Éstos se resolverán si salimos fuera de nosotras mismas anunciando la Buena Nueva. Encontraremos la vida dando la vida, la esperanza dando esperanza, el amor amando. Espero de vosotras gestos concretos de acogida a los refugiados, de cercanía a los pobres, de creatividad en la catequesis, en el anuncio del Evangelio, en la iniciación a la vida de oración” (Carta Santo Padre Francisco a todos los Consagrados

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